Por más vueltas que le daba a la situación parecía que no comprendía que ocurría ya que no recordaba nada; de vez en cuando tenía unas especies de “flash backs” aunque no tenían sentido, ya que solamente eran escenas cortadas que ni siquiera sabía si las había vivido o no. Lo único que entendía de aquella extraña situación era una simple frase aunque no sabía a qué se refería: “Es mejor no recordar”. ¿Recordar el qué si no recuerdo nada? La verdad es que empecé a dudar de mi propia existencia ya que no me sentía a mí misma, era como si fuera un ser sin cuerpo, sin alma, un ser invisible para los demás, ciego, sordo, mudo, aunque capaz de pensar. Era bastante curioso ya que en aquel momento deseaba gritar, lo único que me invadía era el miedo y curiosamente lo único que sentía. ¿Acaso estaba loca? Ya que me sentía como si estuviera en un espacio extraño, como si ni siquiera ese espacio tuviera forma, no sabía si estaba flotando, o estaba quieta, tumbada, levantada… Sólo quería desaparecer.
 

Tal vez si respiraba hondo e intentaba volver al pasado recordaría algo, ya que ni siquiera recordaba mi nombre. Después de dos segundos una imagen bastante desagradable apareció súbitamente en mi mente, era la imagen de un pequeño cortometraje como si tuviera la cinta medio rota, ya que las escenas saltaban de unas a otras aunque tendría que dar las gracias ya que esa imagen parecía la clave.
Había una niña pequeña en una habitación cuadrada donde sólo se hallaba una cama, una mesa y una silla. Era bastante extraña ya que se podría considerar como una celda porque la puerta estaba cerrada y no había picaporte por dentro y la única ventana que había estaba cerrada con barrotes. ¿Quién sería capaz de hacer tal cosa? A una niña pequeña, la pobre parecía sentirse tan sola y a la vez parecía que tenía miedo pero ¿de qué?, Ya que daba la impresión de que aquella chiquilla estaba sola. Tengo que admitir que fue una desagradable sensación y puede sentir algo de miedo. Tal vez debería alegrarme ya que poco a poco parecía que iba despertando; mis emociones parecían intactas al igual que mis pensamientos aunque mi memoria parecía haber sufrido un golpe brusco produciendo amnesia. Algo me decía que era mejor que no recordara lo que había pasado pero sentía tanta frustración dentro de mí que quería saber lo que había pasado, aunque supusiera un fin a mi vida yo tenía esperanza.​

Al cabo de unas horas empecé a sentir como se movían mis manos y mis dedos, poco a poco volvía a recobrar la sensación de sentirse viva, de poder respirar aunque una luz extraña me cegaba en los ojos. Sentía como si fuera llevada por una corriente, algo que me empujaba con una brusca velocidad, poco a poco podía sentir que esa corriente no era más que una especie de camilla dando ligeros botes hasta que, me di cuenta de que, era una camilla y a donde se dirigía era al hospital. Esa luz cegadora no era más que la luz hermosa del sol que iluminaba mi cara y, aunque no sentía el resto de mi cuerpo, todo lo demás recobró su sentido dando explicaciones a todo aquello que no entendía antes.
Una vez que me llevaron a la UCI me pusieron una extraña mascarilla para proporcionarme el oxígeno que me faltaba y tras varias inspiraciones y expiraciones me desmayé. Tras poder abrir los ojos de nuevo puede escuchar varias voces asustadas; no estaba segura de qué voces se trataban ya que no parecía de un médico sino más bien sobre alguien que me tiene mucho afecto, ya que esa voz temblaba asustada de la situación. ¿Iba a morir? Si parecía que había recobrado mi alma de nuevo entonces no tenía sentido que muriera.
 

Una enfermera entró a la habitación donde descansaba y un médico iba justo detrás de ella. Tras varias largas explicaciones pude llegar a la conclusión de que había perdido la memoria y que no sería capaz de recobrarla; esas palabras me hicieron un poco de daño porque no sabía quién era realmente y esa voz temblorosa de antes apareció, resultando ser una persona que parecía preocupada por mí. Antes de que hablara los médicos le informaron de mi estado y que era mejor que no recordara pero cuando dejaron la sala, ese chico me explicó que era mi hermano y que siempre estuvo junto a mí. Acto seguido me preguntó si deseaba saber lo ocurrido pero mi cabeza empezó a darme vueltas y a producir una jaqueca enorme y por lo tanto, le rogué que no me lo dijera, ya que había cosas que era mejor no recordar.
Ese chico no me quiso dejar en ningún momento y estuvo día tras día junto a mí. Cada día descubría nuevas cosas sobre él y sobre mí hasta que un día, mientras estaba medio dormida pude escuchar su voz diciendo en pequeños murmuros las siguientes palabras aunque no pude escucharlo todo, pero se podía entender parte de lo dicho: Al parecer la joven […] tras su recuperación no ha logrado recuperar su memoria y parece que […]. Al parecer fue víctima de las garras de […]. Estuvo encerrada durante cinco años en una habitación mal ventilada y donde fue torturada por […]. Su piel presenta varias marcas y algunos golpes en su mente que han podido producirle algunos trastornos mentales, pero al parecer poco a poco se va recuperando. […]
Tras aquel pequeño fragmento que pude escuchar pero solamente frases sueltas, pude llegar a la conclusión de que me sonaba mucho aunque no sabía de quién se trataba, ya que no pude escuchar los nombres. Una vez que me dormí tuve una pesadilla donde aquella niña de uno de mis flash back parecía ser maltratada por un viejo loco, ese viejo loco la torturaba y lo que pretendía era hacerle daño por satisfacción. Luego pude ver otra imagen totalmente diferente donde se podía observar que, aquella niña había crecido y tenía la esperanza de escapar algún día de allí pero por más que lo pensaba, más imposible parecía escapar; aunque en otra escena pude ver cómo escapaba ya que por un pequeño terremoto, los barrotes de la ventana cayeron al suelo dejando un pequeño hueco como salida donde a través de éste, pudo escapar.
Cuando me levanté grité, pero en mi cabeza había una voz que repetía una y otra vez en que no era yo, que lo olvidara, que me creyera que jamás pasó y después de 5 minutos ya no recordaba ni mi pesadilla.