top of page

​Te dije todo lo que significabas para mí. Todo lo que eras para mí… Eras un todo demasiado grande como para echarlo a perder. No podía dejarte ir, era demasiado dolor. Por eso, te supliqué y supliqué; y te pedí si había otra alternativa ya que siempre hay alternativas diferentes. Pero no…
Sabes lo que es… ¿Un pez sin escamas? ¿Un día sin sol? ¿Un pájaro sin alas? ¿Una noche sin luna? Una rosa sin pinchos, o un animal ápodo...  Pues así es como me sentí yo.

Sabes, te quiero demasiado como para perderte, y hacer lo que me pedías era demasiado para mí. Eres parte de mí ser, y dejarte atrás sería como si me cortaran una mitad de mi ser. Así que no…. No podría vivir sin ti, y la desesperación que sentí cuando supe que existía esa posibilidad era indescriptible. Esa rabia impotente cuando sabes que por mucho que lo intentes esa posibilidad sigue abierta y quieres cerrarla como sea. Esa agonía al pensar que tal vez ya no sería lo que era antes, que pasaría a ser todo distante y frío como el hielo. Un dolor intenso que se me colocó en mi pecho y que durante un tiempo fue imposible que se quitara. Me golpeaba y me azotaba la mente, desde muchas formas aleatorias, y me afectaba más de lo que creí, y todo por no saber qué hacer. Por intentar buscar otra forma, otra salida, simplemente otra opción, que no implicara ponerme a mí en el riesgo que suponía hacer lo que me pedías. 
El hecho de que eres irremplazable para mí, creo que aún no lo has entendido. No terminas de comprender  ni asimilar que esto va más allá de lo que tú te puedas imaginar. Las lágrimas que derramé pensando en que ya no volvería a ser lo mismo son incontables. El mar se queda pequeño en comparación… Y las noches que me pasé sin dormir, mirando a la luna; esperando que ésta tuviera una respuesta o que de alguna forma se me pasara algo por la cabeza. Sé que no te lo he dicho las suficientes veces, lo  cuánto te agradezco todo lo que has hecho por mí. Lo pienso fríamente y detenidamente y sé que por más que te lo diga, no es suficiente. Llegué incluso a pensar, que sería mejor que te alejaras de mi, ya que en ningún momento te he querido causar dolor alguno, sino simplemente compartir contigo. Pensé que estarías mejor sin mi presencia y que había sido un error desde el principio.

Pero al final terminó por ganar mi sentimiento, y supe que no podía. Tenía que hacer algo… No podía quedarme parada viendo como cada día que pasaba era un día más para el principio del fin, y para la despedida final… A veces , y esto bien lo sabemos tu y yo, las palabras no son suficientes ¿Recuerdas?  De esta manera, sabes que te estaré eternamente agradecida. Bien, eternidad es un poco subjetiva, pero al menos hasta que exhale mi último aliento, te querré. 
Tuve que apañármelas para pensar qué hacer. No fue fácil, pues tenía encima toda tu presión, y sé que lo hacías porque me quieres, pero yo también te quiero y no estaba dispuesta a olvidarte ni a tener que actuar como si nada hubiera pasado.  Después de todo lo que habíamos pasado y de todo lo que sabías sobre mí, me hubiera dejado marcada si te hubiera perdido. Me dolió tener que cargar en mi consciencia el hecho de que te iba a mentir. Si, mentir no está bien, lo sé. No es ético, ni está bien visto. Pero me daba igual, llegué al punto en la cual mi única salida era la mentira. Era una mentira amarga, pero con un final dulce que protegería esto.  Así que aunque cargue con esto en mi consciencia, la verdad es que creo que puedo soportarlo porque sé que sigues aquí, en algún lugar, cerca de mi corazón. Y mientras este pequeño secreto esté a salvo en mi corazón, nada irá mal porque tú estás dentro de él, y no te dejaré ya por nada en este mundo, porque tu eras eres y serás… Mi todo en este mundo.

​Desesperación

bottom of page